miércoles, enero 10, 2007

Jean-Bertrand Aristide

Nació el 15 de julio de 1953 en Port-Salut dentro del seno de una familia campesina. A los tres años quedó huérfano, por lo que los Padres Salesianos se hicieron cargo de él.
En 1974 se graduó en el Colegio Notre Dame de Cap-Haitien y completó sus estudios de noviciado en el seminario de La Vega, en República Dominicana.

Un año más tarde regresó a Haití para estudiar Filosofía y Psicología, graduándose de esta última en 1979.

Fue locutor de un programa radiofónico dedicado a la religión. Desde muy joven mostró descontentos contra la dictadura de Jean-Claude Duvalier, por lo que tuvo que continuar su formación en el extranjero; así, estudió en Roma, Israel y Canadá.

Hombre políglota, regresó en 1982 para ordenarse como sacerdote. Dos años más tarde, estuvo a cargo del programa de estudios de la Escuela de Artes y Oficios de Puerto Príncipe y de la parroquia de San Juan Bosco, en la Saline; allí alcanzó gran celebridad, al entrar en contacto con feligreses y pregonar la teología de la liberación.

En 1988 fue objeto de un atentado en la Iglesia de San Juan Bosco, y aunque logró salvar su vida, 13 personas fallecieron.

Ese mismo año fue expulsado de la orden salesiana, debido a las constantes denuncias que hacía en Radio Soléil, sobre la corrupción y desigualdades sociales y a las críticas constantes que hacía a Estados Unidos.

Sus frecuentes denuncias contra la corrupción y las desigualdades sociales, así como sus diatribas contra lo que consideraba la actitud imperialista de Estados Unidos hacia Haití, usando a la emisora Radio Soléil como altavoz de sus sermones, le acarrearon en diciembre de 1988 la expulsión de la orden salesiana, promovida por el nuncio apostólico, quien acusó a Jean Bertrand Aristide de incitar a la violencia.

Pese a que salió de la orden, siguió participando en actividades religiosas y benéficas en La fanmi Se Lavi y continuó criticando a los gobiernos sucesivos militares, a quienes acusó de ser herederos de la dictadura duvalierista.

En 1990, se presentó como candidato de Lavalás, un movimiento que aglutinaba a asociaciones cívicas, elementos eclesiásticos, sindicatos, partidos y organizaciones de izquierda no comunistas. Destaca de ellos, el Frente Nacional para el Cambio y la Democracia.

El 16 de diciembre de ese mismo año, en las elecciones presidenciales, Aristide obtuvo el 67.5% de los votos, reflejo de su popularidad dentro de las clases más desfavorecidas. De esta manera el 7 de febrero de 1991 asumió la presidencia de Haití, durante un periodo quinquenal.

Durante su mandato, Aristide prometió a la sociedad haitiana reducir las injusticias sociales así como la miseria, a ‘un nivel digno de pobreza’; de esta manera, propuso a la Asamblea Nacional un salario mínimo e inició campañas de alfabetización y redujo drásticamente las violaciones a los Derechos Humanos.

Ante estas acciones, las clases altas y los militares vieron en Aristide a un enemigo y el 30 de septiembre de 1991, sólo ocho meses después de haber asumido la presidencia, fue derrocado mediante un sangriento golpe de Estado, dirigido por el general Raoul Cédras. Aristide escapó inmediatamente de Haití y se refugió en Caracas, Venezuela.

Estando en Venezuela y posteriormente en Estados Unidos, Aristide negó el reconocimiento a lo nuevos gobernantes haitianos y logró que la comunidad internacional lo siguiera considerando como presidente de Haití.

El 4 de julio de 1993, Aristide firmó un documento en Governor's Island, Nueva York, en el que los militares aceptaban su vuelta al poder.

Así el 2 de agosto, el Consejo de Seguridad de la ONU ordenó levantar el embargo petrolero y financiero impuesto el 16 de junio de 1993. Para el 23 de septiembre se aprobó el envío de una misión de mil 500 efectivos policiales para la implementación de los acuerdos.

Sin embargo, el 11 de octubre cuando ésta se disponía desembarcar, los partidos de la Junta, crearon un clima inseguro que no permitió la operación; en consecuencia, el 13 de octubre se levantó el bloqueo naval y el 6 de mayo de 1994, Aristide ordenó un embargo total.

Tras estos hechos, Aristide no negoció mas y solicitó a la comunidad internacional su intervención militar. El 31 de julio, Estados Unidos, la Organización de las Naciones Unidas y sus compañeros de la Junta autorizaron la entrada de una Fuerza Multinacional, para reponer a Aristide por la fuerza.

A esta invasión, se le conoció como la operación “Restaurar la Democracia” y dio inicio el 19 de septiembre de 1994.

Mediante esta intervención estadounidense, Arisitide regresó al poder el 15 de octubre, formando un gobierno de coalición y abandonando el sacerdocio como símbolo de renuncia al radicalismo.

Un año más tarde, Aristide desarticuló el Ejército y formó un poderoso cuerpo de policía, que cuenta actualmente con 5 mil miembros.

René Préval, amigo y colaborador de Aristide, le sucedió en la presidencia al ganar las elecciones y permaneció en el poder hasta 2001, año en que dejó de nuevo la presidencia al ex sacerdote.

Los comicios fueron denunciados como fraudulentos por la oposición y los observadores internacionales. Ahí empezaron los actuales problemas para Aristide.

El apoyo de la comunidad internacional, con que contaba hasta entonces, desapareció justo cuando comenzó su segundo mandato, que terminaría en 2006.

La comunidad internacional bloqueó la ayuda económica a Haití, país que siendo el más pobre de América Latina, cuenta con más de ocho millones de habitantes que viven en extrema pobreza.

La oposición, perseguida por Aristide, fue recuperando fuerzas y logró agruparse en la Convergencia Democrática, cuyos dirigentes rechazaban cualquier diálogo con el gobernante.

La Organización de Estados Americanos (OEA) envió 23 misiones a Haití para mediar en la crisis y lograr la aplicación de la resolución 822 de este organismo.

La resolución establece, entre otras medidas, la formación de un consejo electoral, en el que estarían representadas todas las fuerzas políticas, y que debería preparar unas elecciones libres y democráticas.

La oposición rechazaba cualquier diálogo con el poder, y aseguraba que no existían las circunstancias de transparencia y libertad que podrían hacer posible la consulta.

Los enfrenamientos entre partidarios y opositores a Aristide se agudizaron a principios del 2004 y el clima de violencia e inseguridad imperó en la nación caribeña, llevando a la comunidad internacional a manifestarse por una pronta solución a la crisis, que estaba a punto de convertirse en una guerra civil.

Estados Unidos instó al presidente haitiano a abandonar el cargo y evitar así una agudización del conflicto.

Desde que la crisis haitiana estalló Aristide sostuvo que nunca abandonaría el poder, sin embargo, el 29 de febrero, renunció a la presidencia y salió del país con destino a la República Centroafricana, donde, dos semanas después afirmaría: "soy el presidente democráticamente electo y lo sigo siendo. Pido que la democracia sea restablecida en Haití”, además, de que acusó a Estados Unidos de haberlo obligado a renunciar a la presidencia, mediante un secuestro.

En marzo del 2004, el ex mandatario haitiano viajó de nuevo al Caribe. Dos semanas después de su renuncia, llegó a Jamaica.

Especialistas temian que al regreso de Aristide a la región haga renacer los fuertes enfrentamientos entre los que no querían al ex presidente y aquellos que abogan por su regreso.

El 31 de mayo de 2004 Aristide llegó junto con su familia a Sudáfrica donde permaneció por tiempo indefinido.

El 8 de marzo del 2005, partidarios de Aristide llevan a cabo una marcha, en Puerto Príncipe, a favor del ex mandatario.

Aristide calificó la manifestación como una "hermosa imagen histórica" y advirtió que regresaría a su país, aunque dijo no saber cuándo lo haría.

Aristide ha negado que, desde su residencia en Pretoria, esté agitando la situación política en Haití y como la Constitución le prohíbe un nuevo mandato, afirma que volverá a Haití a “servir como un sacerdote”.

Cinco meses después, el 8 de agosto, representantes del partido de Aristide, Familia Lavalas (Fanmi Lavalas), inscribieron a la agrupación en la oficina del Consejo Electoral Provisional (CEP) para participar en las elecciones de final de año.


Durante el auto exilio de Aristide, el gobierno haitiano fue tomado por Yvon Neptune, quien dimitió ante Gerard Latortue un connotado abogado y economista designado como interino por un conjunto de sabios de la isla, Latortue se encargo del control del país hasta las elecciones del 2006.

Si bien, Aristide fue derrocado por un golpe de Estado el 29 de febrero de 2004, para sesenta y siete Estados africanos y el CARICOM su mandato finalizó hasta el 7 de febrero de 2006, para ser relevado por el expresidente René Preval ganador de las elecciones presidenciales de febrero de 2006.

No hay comentarios.: