jueves, enero 04, 2007

Franklin Delano Roosevelt

Franklin Delano Roosevelt se convirtió en el 32º presidente estadounidense en 1933 como la persona idónea para sacar al país del marasmo en que se encontraba tras la crisis de 1929 y su ‘New Deal’, programa para mejorar la redistribución de la riqueza . Nació en Hyde Park, estado de Nueva York, el 30 de enero de 1882, primo lejano del también presidente de EU, Theodore Roosevelt, y miembro de una familia acomodada.
Su padre era administrador de varias sociedades y tenía diversas propiedades, mientras que la familia de su madre poseía una empresa naviera y varias minas.

Roosevelt, fue educado en un ambiente elitista, cursó sus primeros estudios en Grotton, cursando después la carrera de Derecho en la exclusiva Universidad de Harvard, la cual concluyó en la Universidad de Columbia.

No fue un alumno desatacado, estaba más interesado en negocios familiares y su gran afición: los caballos y en 1905, se casa con Anna Eleonor, prima lejana.

En 1910 decidió entrar en política, aceptando una oferta del Partido Demócrata para presentarse a los comicios al Senado como candidato por Nueva York, elegido a los 28 años.

Su meteórica carrera, basada fundamentalmente en su simpatía y carisma, le llevó a ocupar el cargo de secretario adjunto de Marina por el presidente Woodrow Wilson.

Destacado en el ejercicio de su cargo, Roosevelt supo ganar el respeto y la fidelidad de quienes trataron con él, de tal forma que, a la retirada de Wilson de la vida política, le aconsejaron que se postulara como candidato demócrata a la vicepresidencia. Hecho esto, las elecciones fueron ganadas por los republicanos, pero Roosevelt perseveró en su intento de darse a conocer entre los votantes, lo que más adelante le rindió los frutos deseados.

En agosto de 1921, sufre un ataque de poliomielitis que casi acaba con su vida, paralizándo del todo sus piernas durante dos años y que le dejó postrado en una silla de ruedas durante el resto de su vida.

Pese a ello, dio muestras de una férrea voluntad y afán de superación al reanudar en cuanto pudo su actividad política.

En 1924 intervino en una asamblea de su partido y en 1928 ganó las elecciones al gobierno de Nueva York.

En plena Crisis de 1929, su programa de reformas sociales dio buenos resultados para afrontar la recesión.

Por la habilidad de rodearse de un buen equipo de colaboradores, que le ayudaron en la gestión y le presentaron como la persona idónea para sacar al país del marasmo en el que se encontraba, en la Convención demócrata de 1932 en Chicago, fue elegido candidato a la presidencia del país.

Durante la campaña, se empeñó en demostrar que su impedimento físico no le frenaba para ocupar el máximo puesto de gobierno de la Nación.

Para lograr su objetivo, tomó innumerables trenes y recorrió Estados Unidos de Este a Oeste, acercándose a los votantes y transmitiendo energía y confianza.

El 8 de noviembre de 1932 fue elegido presidente, con casi 23 millones de votos, 8 más que su rival, Herbert Hoover.

Al gobierno, como primera acción lanzó un paquete de medidas sociales, económicas y políticas para lograr la recuperación del país tras la tremenda crisis económica sufrida desde 1929.

El programa fue bautizado como “New Deal” (nuevo reparto), y su objetivo fundamental fue asegurar un mayor bienestar económico y social de los ciudadanos de EU mediante una mayor y mejor redistribución de la riqueza.

Para lograr su objetivo, otorgó al Estado por primera vez un papel de interventor, poniendo coto al capitalismo ultraliberal y desenfrenado que provocó la Gran Crisis.

Inició desde el gobierno un amplísimo programa de inversión pública, construyó infraestructuras, financió al campesinado, frenó la especulación, legalizó las organizaciones sindicales e instaló un sistema de seguridad social.

La política de Roosevelt recibió un amplio apoyo por parte de la población, como lo demuestra el hecho de que fuera reelegido incluso para un cuarto mandato.

El tono social del gobierno Roosevelt llegó al extremo de proclamar la Ley Seca, para combatir el alcoholismo, aunque con resultados desafortunados.

En el orden internacional, Roosevelt fue partidario de terminar con el aislacionismo de Estados Unidos. Concedió la independencia de Cuba en 1934 y renunció a intervenir en la política interna panameña.

Se acercó a la Unión Soviética, reconociendo su existencia diplomática en noviembre de 1933.

Preocupado por el avance del fascismo en Italia y Alemania y el expansionismo japonés, no pudo intervenir en conflictos como el de Abisinia o España por una ley que aseguraba la neutralidad de EU en política exterior.

La ocasión para comenzar a romperla la dio el inicio de la II Guerra Mundial, favoreciendo económica y materialmente a EU, Gran Bretaña y Francia.

En 1941, tras el ataque japonés a Pearl Harbor, la neutralidad soterrada se rompió entrando EU de lleno en el conflicto. El país fue movilizado para suministrar armamento, resultando su participación en el curso del conflicto.

Sin embargo, el propio Roosevelt no pudo ver personalmente la victoria aliada por fallecer el 12 de abril de 1945, aunque pudo participar en la configuración posterior del mundo con reuniones previas con otros grandes líderes, como Stalin o Churchill.

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